Orando y Viviendo Proféticamente.

Ø Viviendo Proféticamente. Por. Milton Alonso Granados. Ministerio del Evangelio Eterno del Principio y fin de los Siglos. En los siguientes dos ejemplos bíblicos, unos reciben todo aquello que su corazón a anhelado y los otros a pesar de sus múltiples intentos por mover la mano de Dios se quedarán sin siquiera haber sido escuchados, por lo tanto, habrán de recibir nada. El apóstol Santiago nos declara en su carta 4. 3 “ Pedís, y no recibís, porque pedís mal.” Según esta afirmación, la razón por la que la puerta del cielo permanece cerrada al creyente; no se debe a falta de pasión, de sinceridad o de entrega en sus oraciones; sino más bien, a la falta de comprender el propósito o designio de aquél que mueve todas las cosas según el poder de su divina voluntad. El apóstol Juan afirma lo contrario a Santiago cuando nos dice: 1 Juan 5. 14 “ Y esta es la confianza que tenemos en él, si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad , él nos oye . Entendemos e