Santa Cena. Parte 7 de 7. Juicio bebe y come para sí.
La Santa Cena.
Ø Participando de la Cena indignamente.
·
Participar de la copa correcta equivale a haber
encontrado la vida, por el contrario, tomar la copa sin discernir o entender completamente
su significado atrae juicio sobre nuestras vidas. Pablo es claro en afirmar que
lo que el creyente coma o beba no ha de afectar su posición espiritual, a no
ser que este profane el verdadero significado de la Cena tomando la copa o
nuevo pacto y comiendo del pan que es su carne y de la cual somos hechos
participes a través del bautismo del Espíritu con el cual somos hechos un solo
cuerpo o pan con Jesús.
1 Corintios 11.28Por tanto, pruébese cada
uno a sí mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa.29Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del
Señor, juicio come y bebe para sí.30Por lo cuál hay muchos *enfermos y debilitados entre
vosotros, y muchos duermen *(están enfermos,
débiles o han muerto por cause de).31Si, pues, nos examinásemos a nosotros
mismo no seríamos juzgados; 32Más siendo juzgados, somos *castigados por el Señor, (enfermedad, debilidad o muerte
física. V30) para que no seamos
condenados con el mundo.
No podemos perder de vista que el “participar
indignamente” que se indica en este pasaje, no tiene que ver con un
pecado moral; más bien se refiere a dar un paso detrás de la cruz regresando
al antiguo pacto y a la pascua Mosaica, pues
recordemos que el Señor ordenó que ninguno que
no fuera judío participara de esta ceremonia ritual a no ser que el gentil o extranjero por voluntad propia decidiera cumplir
con todos los mandamientos aceptando sobre sí el pesado yugo de la ley *ministerio
de muerte o de condenación mediante la circuncisión. (Éxodo 12:45,48,49).
*Algunos pasajes que tratan con el pacto que
debe de cumplir todo aquel que decida vivir y celebrar la vida cristiana como judío
son:
2
Corintios 3.7Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras… 9Porque si el ministerio de condenación fue con
gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.
Gálatas 3.10Porque todos los que dependen de las obras de la
ley están bajo maldición, pues escrito está:
Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro
de la ley, para hacerlas. 11Y que por la ley ninguno se justifica
para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá.
Quedarse en el antiguo pacto bajo el culto ritual y
simbólico mosaico, es considerado un acto de desprecio al cuerpo inmolado y la
sangre derramada con la cuál fue validado el Nuevo Pacto para perdón de
pecados. Hebreos
10:29.
Participar del rito pascual es prueba irrefutable de no discernir lo
que representa el cuerpo de Cristo, por lo que la persona que lo
práctica es comparable a quién atraviesa con desprecio nuevamente el costado
del Señor y por tanto es considerado culpable del su cuerpo y sangre.
Biblia
Plenitud. PG. 1629. Ser culpable de
pecado contra el cuerpo y la sangre del Señor implica ser hecho responsable de su muerte.
·
Recordemos algunos pasajes importantes de modo que podamos juzgar
sabiamente tan desafiante tema bíblico.
1-
I Corintios 5.7Nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por
nosotros.8Así que celebremos la
fiesta …con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
Celebramos la Santa Cena cada vez que nos partimos en el amor divino
los unos con los otros.
2- 1 Corintios 11.25…Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre.
Honrar el Nuevo Pacto,
esa honrar la copa, que una vez derramada en la cruz confirmó el nuevo camino (Hebreos
10:20) que nos lleva hacia un mejor pacto. (Hebreos 12:24)
3- Juan 6.54El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna…55Porque
mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Comemos cuando somos o
hechos parte del cuerpo, carne y huesos de Jesús a través del bautismo único del
Espíritu Santo con el cual la fe nos declara muertos y resucitados en él.
4- Colosenses 2.16Por tanto, nadie os juzgue en comida o en
bebida.
Si se come o no, o la
procedencia de la comida no debería afectar la condición espiritual del creyente
en nada, siempre y cuando, no se trate de profanar el sacrificio del Señor
celebrando impropiamente el rito pascual simbólico e idolátrico en cuyo caso estaríamos
provocando la ira y el enojo divino sobre nuestras vidas.
5- 1 Corintios 8.8Si bien la vianda no nos hace más aceptos
ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.
Claro está en cuanto se refiera a alguna comida que
hubiera sido ofrecida con anterioridad (como
era común en su tiempo) a los
ídolos, pues estos nada son. 1 Corintios 8:4. Evidente una gran diferencia entre lo que fue ofrecido a
los ídolos y lo que se le ofrece al Señor. La comida no ha de
afectar nuestra posición espiritual bajo ninguna circunstancia, sólo exceptuando la cena o ritual basado
en símbolos, en donde se nos pide bajo advertencia reflexionar, juzgarnos a nosotros
mismos y tomar una decisión. Sí juzgamos impropiamente el cuerpo de Cristo dándole el valor incorrecto, juicio,
enfermedad y muerte atraemos sobre nuestras vidas como pago inmediato o castigo
establecido por Dios.
1 Corintios 11.28Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
Me pregunto a mí mismo,
¿sí el no comer o participar de comida y bebida en una cena religiosa judaica no
me hace ni menos ni más para con Dios. Entonces, ¿no sería mejor abstenerse y no
tomar así un riego tan alto de someterme bajo maldición de enfermedad,
debilidad y muerte? Teniendo a Cristo nuestro cordero pascual en nuestras vidas
¿necesitamos arriesgar una ceremonia extra en la que según el apóstol corremos
el riesgo de entrelazar nuestras vidas con la oscuridad al caer en comunión y
adoración de demonios?
Cierto es que el comer (lo que sea) no nos puede hacer más aceptos de lo que ya
somos por el bautismo en el cuerpo de Jesús y la participación de su sangre mediante
la copa que recibimos en el Nuevo Pacto. También es triste
y alarmantemente cierto que según el apóstol Pablo, el comer la Cena o Pascua judía,
aunque no nos hace más ante Dios, sí nos puede hacer
menos, al restar de nuestra salud, fuerzas y la vida misma, razón por la que muchos
duermen.
1 Corintios 11.
30Por
lo cuál hay muchos *enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen *(están enfermos, débiles o han muerto por cause
de).31Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismo no
seríamos juzgados; 32Más siendo
juzgados, somos *castigados
por el Señor, para que no
seamos condenados con el mundo.
Podríamos afirmar en conformidad con
el pasaje anterior que estamos hablando aquí; de una gran fuente encubierta (por la religión y ante los ojos de muchos) de enfermedad quizá mucho
peor que el cáncer y SIDA juntos; y esto no nos debería de extrañar, pues este,
no es más que el resultado o consecuencia del rechazo a la fe pura y al amor verdadero
que debe reinar en Un Cuerpo que camina en completa comunión.
Se podría decir que tengo una gran sospecha del porque
cuando en mi pueblo he tenido que hacerme algún chequeo médico de rutina, me he
encontrado que la gran mayoría de personas enfermas pertenecen al pueblo
cristiano.
También, recuerdo que cada reunión en la que se hacía llamado
de oración por los enfermos las bancas de la iglesia siempre quedaban
prácticamente vacías.
Ø
Conclusión.
Puesto que Cristo nuestra pascua o Santa Cena, ya fue
ofrecida y hemos sido participes del fruto de su copa (La cuarta), esto es la sangre
con que fue sellado el Nuevo y Eterno Pacto (Lucas 22:20;
Hebreos 9:15-17; Hebreos 13:20), no nos queda más que seguir las instrucciones apostólicas y
tomar el nuevo camino y una vez removido el velo religioso de la ley impuesto sobre su carne (Hebreos
10:19,20)- “celebremos
la fiesta, no con la vieja levadura... sino con panes de sinceridad y de verdad”. 1
Corintios 5:8.
Una vez más, es
importante que entendamos las consecuencias de quedarnos con la vieja levadura
de malicia y de maldad, la cual se opone
a lo que ahora el apóstol llama “Una fiesta de celebración con panes de
sinceridad y de verdad” que no es otra cosa más que la verdadera
participación o comunión que tenemos cuando en unidad nos partimos como panes
de sinceridad y verdad los unos con los otros en el amor del Señor, viviendo de
este modo la verdadera cena o comunión que nos es entregada en su carne y
sangre para salvación.
Hebreos 8.13Al decir: Nuevo Pacto, ha dado por viejo el
primero; y lo que se da por viejo está próximo a desaparecer. 9.1Ahora, aun el primer pacto
tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal (para ofrecer sacrificios
por el pecado) 9Lo cual es símbolo
para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que
no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, 10ya que consiste
sólo de comidas y bebidas, de diversas *abluciones (*purificación ritual
por medio del agua) …impuestas hasta el tiempo de reformar las
cosas. 11Pero estando ya presente
Cristo. (Ahora
Cristo ha sido ofrecido, ya no estamos sujetos a símbolos o rituales sino a
Dios mismo)
Dicho esto debemos comprender que quedarnos en el
atrio del santuario terrenal Mosaico sacrificando día con día para perdón de
pecados; o lo que es igual a crucificar por nuestra falta de fe y de
conocimiento de nuevo al hijo de Dios “una y otra vez por
nuestros mismos pecados” (Hebreos 6:6); porque quién tal hace, por
no reconocer el valor del sacrificio o sangre ….afrenta al Espíritu de gracia
al tener por inmunda (No dar el valor apropiado) la
sangre del Cordero (Hebreos 10:14,29). Por lo que, al no discernir,
será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor (1
Corintios 11:29,27). El Camino al lugar santísimo ha sido abierto a través de su sangre (Hebreos 10:19), sin demora, participemos de SU
VINO mediante el camino nuevo del pacto eterno, con la confianza que nos da el
discernir su cuerpo, tomemos de su cuerpo que como PAN fue partido por todos
nosotros y tomemos de su copa la cual ha sido derramada en el nuevo pacto
ratificado en su sangre por amor a nosotros.
Hebreos 9.1Ahora bien, …el primer pacto tenía ordenanzas de
culto 10.9...He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero para
establecer lo último.
·
Para finalizar citare algunos consejos apostólicos que podrían darnos una reflexión final a la
hora de emitir juicio sobre el caso que estamos tratando.
Romanos 14.5…cada uno esté plenamente
convencido en su propia mente. 6…El que come,
para el Señor come…y el que no come, para el Señor no come. 17Porque el reino de Dios no es
comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 21Bueno
es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece… 22¿Tienes tu fe? Tenla para
contigo delante de Dios. Bienaventurado
el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. 23Pero el que
duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que
no proviene de fe, es pecado.
…y el pan que yo daré es mi carne… Porque mi carne
es verdadera comida, y mi
sangre es verdadera bebida… El
que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, no
como vuestros padres comieron el maná (el símbolo) y murieron. Juan
6:51,55,54,58.
Pero si yo ignoro el valor de las palabras… el que habla será como
extranjero para mí …más el que ignora
ignore. 1 Corintios 14:11,38.
*El
presente material se encuentra todavía en su proceso de edición y revisión por
lo que cualquier sugerencia en cuanto a corrección y ampliación será muy bienvenida. ministerio@evangelioeternohoy.com
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