Entradas

La Gloria del Sol, la Luna y las Estrellas. (El Cristiano y las Recompensas).

Imagen
La Gloria del Sol, la Luna y las Estrellas. Por. Milton Alonso Granados. Ministerio del Evangelio Eterno del Principio y Fin de los Siglos   ·        El Cristiano y las recompensas.   1 Corintios 15. 35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. 41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.   ¿Habrá de recibir todo creyente el mismo cuerpo o la misma habitación celestial en gloria? ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo que en la casa del Padre muchas moradas hay? Juan 14. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay .    ¿Acaso, en la eternidad una morada es diferente de la otra?   ·        La gloria del Sol. Malaquías 4. 2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación .   Siendo Cristo

Y les daré un Nombre Nuevo. Parte N.2

https://youtu.be/T2W4WKlrCHg

Y les daré un Nombre Nuevo. Parte N.1

https://youtu.be/T2W4WKlrCHg

El Paraíso Restaurado (Ap.22:1-5)

Imagen
El paraíso restaurado. Apoc. 22:1-5 Por. Oscar García. Ministerio Escuela Preterista Hispana. Apocalipsis 22:1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. 3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz de sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. 1-2 La visión de la Nueva Jerusalén continúa: El ángel de la copa (21:9) muestra a Juan el río del agua de la vida, transparente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle. La escena se b

Sabiduría para Heredar. Parte N1. (Conocimiento Bíblico Vs. Sabiduría Revelada).

Imagen
Por. Milton A Granados. Conocimiento Bíblico Vs. Sabiduría Divina. Parte N1. El lenguaje de dos siglos. ·       El valor de la sabiduría. Por todos buscada, pero por muy pocos encontrada. El fruto de su recompensa para quien la encuentre puede bien ser transmitido de generación en generación, pudiendo este no solo ser para nuestro bienestar, sino también para nuestros seres queridos y su descendencia. ¿Podría haber una mejor y más provechosa herencia que esta? Una que no depende del comportamiento de los mercados o de la economía, sino aquella que es capaz de triunfar y llevarnos a la completa bendición en esta , ¡ y aún después de esta vida ! … La sabiduría es mejor que las piedras preciosas. Job 28:18 ¿Cómo encontrarla, cómo ser poseedor de ella? Siendo que aquel que la tuviese, podría haberlo ganado todo ¡no solo en esta vida, sino también en la próxima! (I Corintios 3:21,22; 2 Pedro 1:3) . O sea, quién posea piedras preciosas, o quien

El ADN de ADáN y el ADN de JesuCristo

Imagen
Por. Milton Alonso Granados Evangelio Eterno del Principio y Fin de los Siglos. El ADN es la estructura gen é tica contenida en todos los seres vivos, en nuestro caso es el c ó digo de comportamiento o reacci ó n que nos une y entrelaza en una sola masa con Ad á n. Es interesante notar que en esta información genética -contenida en cada una de las células de nuestro cuerpo- no solo está escrito la forma en que reaccionamos ante ciertas enfermedades, sino que también se determina (a través de los telómeros) el número de días de nuestra existencia física o terrenal. Según la biblia en Adán -cuyo nombre significa hombre o humanidad- y su desobediencia todos pecamos y todos desobedecimos. Romanos 5. 12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Es importante notar que en términos de obediencia o de pecado todos y cada uno de nosotros somos considerados