Cristos, ¡mi nueva identidad!
Cristos, mi nueva identidad.
Por. Milton Alonso Granados.
Hechos
11.26…y a los discípulos se les llamó *cristianos por primera vez
en Antioquía.
*Griego. (χριστιανός) christos. Cristos, ungidos o cristianos.
La palabra cristiano viene del griego
(χριστιανός), adjetivo compuesto del sustantivo christos «el Cristo» o «el Ungido». Diccionario Bíblico de Teología. Samuel A. Cartledge
Y LES DARÉ UN NOMBRE NUEVO,
Y ESCRIBIRÉ SOBRE ÉL
EL NOMBRE DE MI DIOS. APOC 2:17; 3:12.
El nuevo nombre que el creyente ha de recibir es
aquel que lo identifica con su nueva vida o identidad. El creyente ahora es Christus o Cristos (Latín), queriendo
decir esto que la misma unción y sabiduría que habitó en Jesús ahora habita en
nosotros y que su misma presencia e imagen ha sido establecida permanentemente en
nuestras vidas. Momento a partir del cual el creyente ha ganado su vida
al perderla, razón por la que su cuerpo o carne en el lenguaje divino es considerada como *crucificada y sepultada,
y esto con el único propósito de dar paso al nacimiento y resurrección del
Cristo vivo en sus vidas.
Mateo 16. 25…y
todo el que pierda su vida …la hallará. (Gálatas 2:20; 4.19; 5:24).
Entendemos entonces que el nuevo
creyente necesita dejar su vida antigua y permitir que Cristo sea formado en su
interior convirtiéndose así en un nuevo “cristo” o miembro ungido que ahora es una 1masa inseparable
de un mismo cuerpo y por tanto participante de la misma “2carne y sangre” del Cristo Salvador.
1I
Corintios 12. 27Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo.
2Juan 6. 56El que come mi carne y bebe mi
sangre, en mí permanece, y yo en él.
Ø y ya no vivo yo, más vive
Cristo en mí
Gálatas
2.20Con Cristo estoy juntamente crucificado,
y ya no vivo yo, más vive Cristo en
mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del
Hijo de Dios.
La expresión, “no vivo yo, más Cristo
vive en mi” implica que ahora somos un solo espíritu con Él (I Corintios 6:17) razón por la que ya no
dependemos de lo fluctuante de nuestra fe humana; ahora la fe del
hijo de Dios es la que nos lleva hacia adelante hacia la confianza y el éxito que
nos produce estar guiados por su divino y eterno poder. En esta completa y nueva
creación en la que hemos sido unificados con Cristo, el creyente como hijo
amado deberá aprender a ser imitador de Dios (Efesios 5:1) aprendiendo para esto a ver con
los ojos divinos, y a hablar como Dios habla. Por ejemplo, entendemos que Dios
juzga según 3lo interno del hombre y no según su 4situación
temporal o terrenal. Sabemos que Dios tiene un lenguaje diferente al nuestro,
pues Él llama las cosas 5que no son como si fueran;
razón por la que haríamos mucho bien al abrazar su lenguaje posicional y
eterno en el que las que son, se entienden
como una 6relatividad
pasajera y no permanente.
3I
Samuel 16:7. 4Colosenses 1:28. 5Romanos
4:17. 62 Corintios 4:17,18.
Gálatas 4.19Hijitos
míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que
Cristo sea formado en vosotros.
Los dolores de parto, experimentados
por el apóstol Pablo, eran solo comparables al de una madre que, en su dolor
constante, sentía que los creyentes gentiles de Galicia no le permitían
completar el proceso de alumbramiento al rehusarse a nacer a una vida
completamente nueva, una en la que el yo no sea más y en la que “Cristo sea
formado en vosotros.”
Cuando el creyente nace a una nueva
vida en la que Cristo ha sido formado, entonces 7la mente de Cristo o sabiduría
divina le hará entender que ahora no solo 8olemos a él, sino que también
hemos sido cubiertos son 9sus vestidos de justicia (2 Corintios 5:21), tenemos su fe, ¡10Su
vida misma actuando en nosotros!
7I Corintios 2. 16…Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
82
Corintios 2. 15Porque para Dios somos grato olor de Cristo.
9Romanos 13.
14sino vestíos del Señor Jesucristo.
10Hebreos 13. 21os haga aptos en toda obra buena para que
hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo.
Apocalipsis 2. 17…y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel
que lo recibe. (3)12…y escribiré
sobre él el
nombre de mi Dios, …y mi nombre nuevo (el sello o nombre
de mi Dios escrito sobre la piedrecita).
El revelar el nombre divino o nueva identidad es un acto de Dios, razón
por la que dice “el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe,” quien hoy
puede recibir que Cristo, su sabiduría y poder delante nuestro uniendo con su
sello, su fe y su poder a cada uno de aquellos que por haber permitido que
Cristo fuese formado en sus vidas ahora ha venido a ser miembros ungidos o cristos dentro del cuerpo glorioso e
infinitamente poderoso bajo del cual todas las cosas han sido sometidas bajo
sus pies. (Efesios 1:22)
Desde el segundo siglo en adelante, el término *(χριστιανός Cristos) fue aceptado por los creyentes como un título de honra. Diccionario Nuevo Testamento. -W.E. Vine. *Palabra agregada por escritor.
Juan 17. 5Ahora pues, Padre, glorifícame tú al
lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. 22La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad.
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Para leer: La Biblia no es la palabra de Dios (Es la expresión de Dios)
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