El Matrimonio que NO ES de Dios. N.2




Tres pasos hacia el matrimonio divinamente unido. Parte N.2


El Matrimonio de los Hombres.
Por. Milton Alonso Granados.

Al ver dos importantes significados que el diccionario registra de la palabra casar podremos tener un mejor entendimiento de lo que es un matrimonio consumado humanamente, del cual da fe el hombre quien hace la ceremonia y el Estado (el cuál no casa), REGISTRANDO legalmente la ceremonia efectuada por el hombre.

Esta ceremonia ciertamente tiene validez delante de Dios, aunque no cuenta con su bendición, razón por la que el hombre en su fracaso de seguro habrá de dar cuentas al Señor.

Veamos que significa la palabra casar según el diccionario.
Casar = 1) Dar fe del matrimonio un sacerdote o autoridad civil.
              2) Unir o juntar una cosa con otra. (Esto no lo hace ni lo separa el hombre).     
                   Diccionario enciclopédico Océano Uno Color.

Cuando el punto 2. a sido llevado a cabo correctamente y bajo la perfecta (y no permisiva) voluntad divina, no solamente el hombre dará testimonio del matrimonio, sino que también habrá sido consumado bajo la aprobación divina, quedando por siempre sellada la unión de un hombre y una mujer que fueron perfectamente unidos en una relación permanentemente pactada no solamente en “una sola carne,” sino que también por haber sido unidos divinamente ya no dos sino uno; Envueltos en una mente con esperanzas, deseos, planes y metas en común.
  
El verdadero matrimonio es básicamente un pacto entre dos personas que al tener en cuenta a una tercera; esto es su creador son perfectamente unidas de por vida en “una sola carne” y un solo he indivisible nuevo ser. 

Hasta este momento y no antes podemos hablar de una unidad en perfección, que ha sido hecha completa y santificada y bendecida por nuestro Señor.     Ejemplo: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer.      1 Corintios 1:10.

 La unión que experimenta un matrimonio divinamente consumado es tan íntima y profunda que las raíces creadas entre esposo y esposa siendo UNO vienen a ser tan inseparables como los son los lazos de carne entre hermanos, padres o hijos (familiares carnales), por tanto, inseparables.

 El concepto de “una sola carne” está hermosamente ilustrado en los hijos que Dios pueda tener a bien conceder a un matrimonio. En su descendencia, marido y mujer quedan representados en una perfecta e invariable unidad ya que sus hijos mantendrán para siempre las características genéticas de ambos progenitores.


Cierto es que el pecado mata y destruye, pero no podemos olvidar que Cristo ha venido a tomar todas aquellas partes que se quebraron para hacer un nuevo hombre y una nueva mujer en quienes se habrá de manifestar su perfecta voluntad y completa perfección.

Para continuar a parte N.3 "El divorcio en el Antiguo y Nuevo Pacto"

Para ver parte N.1: " El matrimonio VERDADERAMENTE UNIDO por Dios"

Para comentarios: miltonalonso@hotmail.com

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