Pre-elección y llamamiento divino. Parte N.1
El Misterio Escondido de los
Siglos. Efesios
3:9.
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Pre-elección y llamamiento divino. Parte N.1
En la escritura leemos de
como Dios ya había determinado un futuro profético para Jeremías. Dios revela
su plan a un joven que en su incredulidad no termina de asimilar un futuro para
el cual no se siente preparado. Sin embargo, la respuesta divina es clara
“No digas: Soy
un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.” (Jeremías
1.7). Este ejemplo nos ilustra
claramente la importancia que debemos dar a aquello que ha sido determinado por
el cielo, Jeremías, tenía su propia opinión, y basado en su sentir expresa su insatisfacción,
temor e inseguridad ante la magnitud y peso de tan gran llamamiento.
Jeremías
1.4Vino, pues, palabra de Jehová a mí,
diciendo: 5Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que
nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Todo lo que este joven debía
de hacer para que los cielos fueran abiertos a su favor y accionar el éxito de
Dios planificado para su vida era creer. Cuando entendemos que nuestra vida ha
sido planificada es entonces cuando afirmamos nuestros pies y ponemos nuestra
confianza y todas nuestras habilidades en su divina soberanía.
Dios había escrito un plan
específico para Sansón, un ángel apareció a su madre y aun antes de este
debería de comenzar a salvar al pueblo de Israel de la operación filistea.
Jueces 13.3A esta mujer apareció el
ángel de Jehová, y le dijo… 5Pues he aquí que concebirás y darás a
luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a
Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los
filisteos. 12Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras
se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con
él?
El plano sobre
el cual la vida de Sansón debía de ser dirigida había sido establecido por el
cielo. Los códigos o designios divinos habían sido declarados a sus padres; la
vida de Sansón tenía pilares o fundamentos sobre los que este debería de
caminar. Los pasos de Sansón habían sido preestablecidos y ellos requerían que
este guardara un voto de consagración en el que no habría de cortarse el
cabello y que comenzara a salvar a Israel de la opresión filistea.
En las manos de Sansón
y su libre albedrío recaía la forma en que este llenara los espacios en blanco al
completar la ruta o programa. Que tanto se apegara a su destino, habría de
determinar su éxito y felicidad, no así su ministerio.
Sansón complicó su
vida al huir -tal cual Jonás en el pes- del propósito o programa establecido
por Dios para su vida. Cuando todas las
señales le indicaban que debía de ir hacia la derecha, este tomaba hacia la
izquierda amistándose con el pueblo que debía combatir. El propósito divino se cumplió
en la vida de Sansón estando este preso en su rebeldía y en el ultimo momento
de su vida su destino finalmente le alcanzó y de la forma más difícil llegó a tener
su cumplimiento.
Es importante
reseñar que Dios conoce nuestras capacidades y si bien es cierto Sansón pudo
haber tenido una vida mucho más exitosa al responder apropiadamente al programa
divino este no fue el caso. Podríamos entonces decir que la voluntad de Dios
fue cumplida, mas no así su perfecta voluntad puesto que de seguro el cielo
habría deseado una vida más completa y exitosa para su siervo. A pesar de esto,
debo mencionar que Sansón fue un hombre de inicios y no de finales, el motivo
de su vida fue “comenzar a liberar al pueblo de Israel lo que logro en su muerte.
En otras palabras, el plan de Dios habrá de cumplirse en nuestra vida de un modo
u otro aún sea en el último minuto de nuestra existencia.
Jueces
16.30Y dijo Sansón: Muera yo con los
filisteos …Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado
durante su vida.
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