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Mostrando entradas de septiembre, 2017

¿Porqué el Satanás NO Existe? Parte N1.

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El Evangelio Eterno y ¡la destrucción de Satanás! Uno de los principales objetivos divinos conquistados por Cristo Jesus fue la destrucción de Satanás y su poder. Para lograr esto Dios tuvo que vestirse de carne o vencer a Satanás vestido de piel humana. 1 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir…al diablo. Hebreos 2:14. Para comprender tan asombrosa revelación, debemos primero entender que después de la cruz existen dos siglos: 2 El siglo malo y el siglo venidero, también llamado fin de los siglos o reino de su hijo amado. 2 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo . Todo aquél que permanece sin alcanzar 3 la fe de Jesús y la verdadera luz contenida en la revelación del 4 Evangelio Eterno permanece en el siglo malo, el siglo de las tinieblas, donde gobierna 5 la ley y el pecado de la carne, 6 la vista de lo temporal y todo aquello que se opone

El evangelio del Reino Vs. El evangelio Eterno de la gracia de Dios. Parte N.1

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El evangelio antiguo del Reino   Vs    El evangelio eterno de la gracia de Dios. ·         El Galileo, y el mensaje del Reino. Es innegable que desde los principios de la era cristiana se presentaron serios embates sobre como preservar pura la fe desde un punto de vista doctrinal. También me llama la atención sobre cómo el apóstol Pedro con toda sinceridad reconoce que dentro de los escritos paulinos existen algunas cosas que aún para él –quien era considerado cabeza de la iglesia judía- le eran difíciles de entender.  2 Pedro 3. 15 …como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada , os ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender. Existieron dos propuestas bastante influyentes dentro del mundo cristiano; una que inspirada en el ejemplo de Jesús de Nazaret invitaba con ardor a seguir el ejemplo del Dios que en su humillación se hizo carne